Blessed are the peacemakers, for they will be called children of God. - Matthew 5:9 |
On Oct. 7, 2023, Israel suffered its deadliest attack in decades. Hamas-armed militants breached many security sites and launched a barrage of rockets to Israel. More than 1,300 people were killed, at least 3,000 people have been injured and 200 people were taken as hostages. In response, the Israeli government declared both a “state of emergency” and a “state of war,” which has initiated a series of airstrikes on the densely populated Gaza Strip. This offensive has led to the tragic loss of thousands of Palestinian lives, over 50% of them women and children, and over 6,000 injured. The ongoing response from Israel has created a dire humanitarian crisis, with homes, schools, medical facilities and critical infrastructure extensively damaged or destroyed. Access to water and power is a major concern. The impact of this conflict has forced approximately 1 million of Gaza's 2.2 million residents to flee their homes, either out of fear for their lives or due to the ongoing bombardments.
The situation is dreadful. Civilians, including women, children and the elderly, are trapped in a war zone, facing a severe humanitarian crisis. They are enduring unimaginable hardships, and the need for immediate humanitarian relief is paramount. We cannot stand by and watch their plight without taking action. Our partners and other humanitarian organizations are imploring a cease-fire so that medical assistance and humanitarian corridors may be provided for those ordered to leave their homes or forced to flee. Presbyterian Disaster Assistance (PDA) joins these voices as we pray for peace and safe passage for those seeking help and fleeing the ongoing chaos. Through PDA, the Presbyterian Church (U.S.A.) is providing assistance to those most vulnerable and supporting partners in Palestine and Israel who are responding to the needs of neighbors and strangers in their midst, no matter their religious beliefs, political views or nationality. We are called to care for all of God’s children, especially those in war-torn communities, by responding to the urgent needs of those directly affected by the current conflict.
The needs for the response will be great. God’s people are called on to stand in the “GAP” — Give. Act. Pray. |
GIVE. ACT. PRAY.
GIVE: Gifts can be made online, by calling (800) 872-3283, by texting PDAIP to 41444, or by check made payable to Presbyterian Church (U.S.A.) with “DR000081-Israel/Palestine” on the memo line. Mail to:
Presbyterian Church (U.S.A.), P.O. Box 643700, Pittsburgh, PA 15264-3700.
ACT:
PRAY:
May we reach deeply, give generously and welcome extravagantly. May we lift our voices in a strong and unified advocacy. May we all, even as we breathe in lament, breathe out mercy, hope and peace.
And let us walk the path of peace and compassion, as we repent our complicity in cultures of violence and renew our efforts toward justice and peace. |
Bienaventuradas las personas que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos e hijas de Dios. - Mateo 5:9 |
El 7 de octubre del 2023, Israel sufrió su ataque más mortal en décadas. Militantes armados de Hamás penetraron en numerosos lugares de seguridad y lanzaron una andanada de cohetes contra Israel. Más de 1,300 personas murieron, al menos 3,000 resultaron heridas e 200 de personas fueron tomadas como rehenes. En respuesta, el gobierno israelí declaró tanto el "estado de emergencia" como el "estado de guerra", con lo que ha iniciado una serie de ataques aéreos contra la densamente poblada Franja de Gaza. Esta ofensiva ha provocado la trágica pérdida de miles de vidas palestinas, más del 50% de ellas mujeres y menores, y más de 6,000 personas heridas. La actual respuesta de Israel ha creado una grave crisis humanitaria, con viviendas, escuelas, instalaciones médicas e importantes infraestructuras gravemente dañadas o destruidas. El acceso al agua y a la electricidad es una de las principales preocupaciones. El impacto de este conflicto ha obligado a unos 1 millón de los 2.2 millones de habitantes de Gaza a huir de sus hogares, ya sea por temor a perder la vida o debido a los continuos bombardeos.
La situación es terrible. Civiles, entre ellos mujeres, niñez y personas mayores, están atrapados en una zona de guerra, enfrentados a una grave crisis humanitaria. Están soportando penurias inimaginables, y la necesidad de ayuda humanitaria inmediata es primordial. No podemos permanecer impasibles ante su difícil situación sin tomar medidas. Nuestros aliados en misión y otras organizaciones humanitarias imploran un alto al fuego para que se pueda proporcionar asistencia médica y corredores humanitarios a las personas a las que se ha ordenado abandonar sus hogares o se han visto obligadas a huir. Asistencia Presbiteriana en Desastre (PDA por sus siglas en inglés) se une a estas voces mientras oramos por la paz y el paso seguro de quienes buscan ayuda y huyen del caos actual. A través de PDA, la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) proporciona ayuda a las personas más vulnerables y apoyo a aliados en misión en Palestina e Israel que responden a las necesidades de personas vecinas y forasteras en su entorno, independientemente de sus creencias religiosas, opiniones políticas o nacionalidad. Estamos llamados a cuidar del pueblo de Dios, especialmente de las comunidades asoladas por la guerra, respondiendo a las necesidades urgentes de las personas directamente afectadas por el conflicto actual.
Las necesidades de respuesta serán grandes. El pueblo de Dios está llamado a "DAR" - Dar. Actuar. Rogar. |
DAR. ACTUAR. ROGAR.
DAR: Las donaciones pueden hacerse por Internet, llamando al (800) 872-3283, enviando un mensaje de texto PDAIP al 41444, o por cheque a nombre de Presbyterian Church (U.S.A.) con "DR000081-Israel/Palestine" en la línea de memo. Enviar por correo a: la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) P.O. Box 643700 Pittsburgh, PA 15264-3700.
ACTUAR: Inste al gobierno de Estados Unidos a abogar por un alto el fuego inmediato y el fin del bloqueo de Gaza para garantizar el acceso urgente a la ayuda humanitaria, y pida que se busque una solución diplomática al conflicto.
ROGAR: Querido Dios, fuente de toda paz y compasión,
Oramos por las innumerables personas que han perdido la vida, han resultado heridas o han sido desplazadas por este conflicto. Consuela a sus familias y seres queridos en su dolor, y ayúdales a encontrar sanación y esperanza en medio de su dolor.
Elevamos nuestros corazones en oración por las innumerables víctimas de la guerra que han padecido sufrimientos, pérdidas y traumas indecibles. Venimos ante ti, buscando tu misericordia y compasión para las personas que han soportado las pesadas cargas del conflicto. Acompáñales en sus momentos de desesperación, y concédeles fuerza para resistir y reconstruir sus vidas.
Señor, te pedimos humildemente que pongas fin al ciclo de violencia y destrucción. Dirige a líderes y gobiernos hacia resoluciones pacíficas, diplomacia y entendimiento. Que tu sabiduría divina les inspire a buscar alternativas a la guerra y a dar prioridad al bienestar de todas las personas.
En tiempos de oscuridad, ayúdanos a recordar que somos tu pueblo, y que el amor y la compasión pueden trascender las divisiones y el odio que conducen a la guerra. Concédenos la fuerza para trabajar sin descanso por un mundo en el que los conflictos se resuelvan mediante el diálogo, la justicia y el respeto mutuo.
Que apoyemos nuestras oraciones con recursos tangibles para ayudar. Que contribuyamos ampliamente, demos generosamente y acojamos extravagantemente. Que alcemos nuestras voces en una defensa fuerte y unificada. Que todas las personas, al tiempo que exhalamos lamentos, exhalemos misericordia, esperanza y paz.
Y caminemos por la senda de la paz y la compasión, arrepintiéndonos de nuestra complicidad en las culturas de violencia y renovando nuestros esfuerzos en favor de la justicia y la paz.
Ofrecemos esta oración con la esperanza de un futuro en el que los horrores de la guerra no sean más que recuerdos lejanos, y en el que prevalezcan la paz, el amor y la armonía.
En Cristo, nuestro príncipe de paz, oramos. Amén. |
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